viernes, 26 de septiembre de 2008

“El pUeBlO QUe nO CoNoCe sU HiStoRiA eStá cOnDeNaDo a rEpEtiRLa”



Desde la antigüedad, varias civilizaciones han vivido periodos de esplendor y de ruina en distintas etapas de sus vidas. A lo mejor porque no conocieron su historia y todo lo que pasó su pueblo para ser lo que fue.

Por ejemplo, en México, las grandes luchas de “evolución” para el país, como la Independencia y la Revolución Mexicana, fueron manipuladas por las clases altas utilizando a las bajas y populares para obtener sus propios intereses por medio de la religión y de supuestas mejorías para el pueblo. O sea, lo que sucedió hace 200 años volvió a suceder hace 100, con distintas vertientes y características pero básicamente lo mismo.


En sí no es que los mexicanos no conozcamos nuestra historia, sino que al buscar un progreso y una vida mejor olvidamos todo lo que el país ha presenciado, además agregando el supuesto estado de inferioridad que sufrimos, nos sentimos incompetentes para luchar por lo que nos corresponde.
Para darle fin a esta situación, debemos tener presente lo que vivieron nuestros antecesores, analizar sus fracasos, no volver a caer en ellos, partir de sus triunfos y finalmente orientarnos hacia un plan de progreso nacional.